martes, 22 de enero de 2013

156 / LA EXPROPIACIÓN DE LA SALUD

156 / IX. LA EXPROPIACIÓN DE LA SALUD
En la última década el establishment médico se ha convertido en la mayor amenaza para la salud : La depresión, infección, incapacidad y el mal funcionamiento que vino desde su intervención causa ahora más sufrimiento que el de todos los accidentes de trafico y de la industria. Solamente el perjuicio orgánico causado por la producción industrial de alimentos puede rivalizar con el deterioro de la salud causado por los doctores. Por añadidura, la práctica médica patrocina la enfermedad reforzando a una sociedad morbosa que no sólo protege sus anormalidades sino que engendra al cliente del terapeuta de un modo cibernético. Finalmente, las llamadas "profesiones para fomentar la salud" tienen un poder indirecto repugnante, una eficacia estructuralmente negativa para la salud. Ellas transforman al dolor, a la enfermedad y a la muerte, de un desafío personal, en un problema técnico y de ese modo enajenan la eficacia de la gente para habérselas con su condición humana con plena autonomía.

EL CONTRAGOLPE DEL PROGRESO
Este contragolpe final del progreso higiénico supera a toda la iatrogénesis técnica; sobrepasa la suma de los tratamientos erróneos o ilegales protegidos, las negligencias administrativas y la insensibilidad profesional contra las cuales el desagravio judicial llega a ser extremadamente difícil; está arraigado mas profundamente que la inadecuada distribución de los recursos para la cual todavía se procuran remedios políticos; es más global que todos los daños causados por los experimentos y errores de índole médica. El enajenamiento profesional del cuidado de la salud es el resultado de un esfuerzo desenfrenado para su manejo; de ello resulta la conservación heterónoma de la vida sobre elevados niveles de insalubridad y es experimentado como una nueva clase de horror a la cual yo le llamo Némesis médica.

Durante los últimos veinte años, el índice de precios en los Estados Unidos se ha elevado cerca de un 74%; pero el costo de la atención médica se ha trepado hasta un 330%. Mientras que el gasto público para el cuidado de la salud se ha decuplicado, los pagos con pérdida por servicios sanitarios se incrementaron al triple y el costo de los seguros privados se incrementó dieciocho veces. El costo de los hospitales públicos desde 1950 ha aumentado un 500%. Las cuentas por la atención de pacientes en los hospitales grandes se elevó todavía más pronto, triplicándose en ocho años. Los gastos de administración se multiplicaron por un factor de siete y los costos de laboratorio por un factor de cinco. Construir una cama de hospital cuesta ahora la suma de 65 000 dólares, de los cuales dos terceras partes son para la adquisición de equipos mecánicos cuya depreciación se fija para diez años o menos. No obstante, durante este mismo periodo de inflación sin precedente, la expectativa de vida para el hombre americano adulto, ha declinado.

El Decreto para la Salud en Inglaterra fija una contribución comparable al costo de la inflación, pero también evita algunas de las sorprendentemente malas asignaciones que dan pábulo a la crítica pública en los Estados Unidos. La expectativa de vida todavía no ha declinado en Inglaterra, pero las enfermedades crónicas en los hombres de mediana edad han mostrado un incremento tal y como sucedió en la década anterior en los Estados Unidos. En la Unión Soviética, el número de médicos y días-hospital per capita se ha triplicado en el mismo periodo. En China, después de una breve luna de miel con la moderna desprofesionalización, el establishment médico-tecnológico recientemente ha crecido aún más rápido. La proporción en que la gente se vuelve dependiente de los médicos parece no guardar relación con la forma de su gobierno. Estas tendencias no representan utilidades marginales declinantes. Ellas son un ejemplo de la economía política de la inclinación en la cual sur-gen impedimentos marginales con el incremento de la inversión. Pero, por sí misma, la inclinación no es todavía Némesis.

En los Estados Unidos, los agentes para el sistema nervioso central forman el sector de más rápido crecimiento en el mercado de los medicamentos, comprendiendo el 31 % de las ventas totales. En los últimos doce años, el aumento en el consumo de licores per capita fue de 23%, para los derivados ilegales del opio cerca del 50% y para las drogas tranquilizadoras recetadas por médicos, el 290%. Algunas personas han tratado de explicar que este ejemplo se debe a la manera peculiar en que los médicos en los Estados Unidos reciben entrenamiento durante toda la vida en el servicio: en 1970, las compañías que producen medicamentos en los Estados Unidos gastaron 4 500 dólares en propaganda por cada doctor y este gasto comprendió a cada uno de los 350 000 médicos que ejercen su profesión. Sorprendentemente, el uso de tranquilizantes per capita es correlativo al ingreso personal en todo el mundo, aunque en muchos países el costo de la "educación científica" del médico no está incluido en el precio del medicamento. Tan seria como podría ser la creciente inclinación hacia los doctores y los medicamentos, sólo es un síntoma de Némesis.

La medicina no puede hacer mucho por las enfermedades asociadas con la edad avanzada. No puede curar enfermedades cardiovasculares, la mayoría de los casos de cáncer, artritis, esclerosis múltiple, cirrosis avanzada o el resfriado común. Algo del dolor que los ancianos sufren algunas veces puede ser disminuido. La mayoría de los tratamientos aplicados a personas ancianas que demandan la intervención profesional no sólo aviva su dolor -si se tiene éxito-, sino que también lo prolonga. Por lo tanto, se sorprende uno al descubrir a qué grado se gastan recursos en el tratamiento de personas de avanzada edad. Mientras que el 10% de la población de los Estados Unidos tiene una edad superior a los 65 años, el 28% del gasto está dedicado al cuida-do de la salud de esa minoría. Las personas de edad avanzada están aumentando en forma tal que sobrepasan el incremento del resto de la población en proporción de un 3 %, mientras que el costo per capita de la atención de esos ancianos está elevándose en una proporción del 6%. La Gerontología se posesiona del producto nacional bruto. Esta mala asignación del poder del hombre, de los recursos y de la preocupación social, generará un dolor inenarrable conforme las demandas aumenten y los recursos se agoten. No obstante, ello también es sólo un síntoma y Némesis sobrepasa hasta el desperdicio ritual.

Desde que Nixon y Brejnev se pusieron de acuerdo sobre la recíproca colaboración científica en lo tocante a la conquista del espacio, el cáncer y las enfermedades cardiacas, las unidades para el cuidado de las coronarias se han convertido en símbolos del progreso pacífico y en un argumento para elevar los impuestos. Esas unidades requieren tres veces el equipo y cinco veces el personal que normalmente se necesita para la atención de los enfermos; el 12% de las enfermeras graduadas encuentran empleo en tales unidades. Ellas demuestran también el significado del desfalco conducido profesionalmente. Estudios efectuados en gran escala a través de los cuales se han comparado los resultados obtenidos en el tratamiento de pacientes en tales unidades, con el tratamiento doméstico aplicado a los enfermos con características similares, todavía no han demostrado ninguna ventaja. El valor terapéutico de las estaciones para el control de padecimientos cardiacos, probablemente es de la misma clase que el usado en los vuelos espaciales: vistos en TV, ambos suministran lluvia y baile para millones que aprenden a confiar en la ciencia y que dejan de preocuparse por ellos mismos. Sucedió que yo estuve tanto en Río de Janeiro como en Lima cuando el Dr. Christian Barnard se encontraba en esos lugares como turista. Tanto en Brasil como en Perú, el Dr. Barnard pudo llenar los mayores estadios de futbol en dos ocasiones en el mismo día con multitudes que histéricamente aclamaban su macabra habilidad para intercambiar corazones humanos. Poco tiempo después yo vi testimonios bien documentados que probaban que la policía brasileña ha sido la primera en utilizar equipos para prolongar la vida en las cámaras de tortura. Inevitablemente, cuando el cuidado o la recuperación de la salud se transfiere a organizaciones o máquinas, la terapéutica se vuelve un ritual en cuyo centro está la muerte: pero Némesis supera hasta el sacrificio humano.